3.1.07

El autor de TODOS LOS BLANCOS SON FEOS



Joaquim Pisa Carilla (Barcelona)
Estudia Ciencias de la Información a mediados de los años setenta.

Participa activamente en la actividad política catalana en los últimos años del franquismo y primeros de la Transición. A principios de los ochenta se distancia de la militancia activa pero no del compromiso político.

En mayo de 1982 comienza a trabajar en la Administración municipal como gestor sociocultural. A partir de entonces desarrolla actividades tan diversas como la dirección consecutiva de varios Centros Cívicos, la programación de una sala de exposiciones, el seguimiento de la prestación social substitutoria de objetores de conciencia y la gestión de un programa de vacaciones para gente mayor sin recursos. Actualmente trabaja en un organismo municipal dedicado a la recuperación y potenciación del patrimonio físico colectivo de la ciudad, donde en los últimos años se ha cuidado entre otras tareas de la implementación de las TIC en su ámbito laboral.

Como escritor es autor de Saboya, una novela ambientada en la primera mitad del siglo XVIII español, y de dos libros de narrativa corta, Sol negro y El príncipe miliciano, textos que permanecen inéditos.

A partir de mediados de los años noventa comienza a viajar intensamente, y fruto de esa experiencia nace Todos los blancos son feos (notas de viajes 1996-2006) y otros escritos aventureros. Actualmente trabaja en la segunda parte de Todos los blancos son feos..., y prepara una vuelta al mundo, que tendrá traslación literaria posterior.

En 1988 obtuvo un accésit del premio de narrativa corta Ciudad de Barbastro, "Año Internacional de la Paz", por el relato Otoño en Rojo.

En noviembre de 2001 recibe uno de los premios concedidos dentro del concurso de fotografía de viajes organizado anualmente por el diario barcelonés La Vanguardia, por la fotografía Amanecer en el lago Oeste (Hongzou, China).

Es miembro de la Sociedad Geográfica Española, del Centro de Estudios Senderianos y de la Asociación Colegial de Escritores de Catalunya.

Le apasionan los viajes, la fotografía, la historia, la antropología cultural, los buenos vinos y las conversaciones tranquilas.